Hace pocos días el santo padre
Benedicto XVI inauguró, en el marco del Sínodo de los Obispos y de las
celebraciones del 50 aniversario del Concilio Vaticano II, el Año Santo de la
Fe. Un año en el cual los católicos de
todo el mundo tendremos la oportunidad de evaluar y celebrar la fe que se nos
ha transmitido. En teoría me centraría
en un breve comentario sobre la Porta Fidei, pero hoy el Espíritu Santo me ha
dicho que reflexione con algo más palpable, un caso que ha conmovido a mucho,
que incluso se ha escrito una canción.
Reconozco que si algo disfruto es
ver la televisión española. El pasado uno de noviembre, día en que celebramos a
todos los santos, vi una noticia que me entristeció: en una fiesta de Halloween
cinco jóvenes fueron aplastados por razones que aún no se han esclarecido,
hasta ese momento tres habían fallecido, dos se encontraban en el hospital, una
de ellas era Belén Langdon.
Una amiga española, en su cuenta
de twitter colocaba lo siguiente: “#TodosconBelén Un ángel se nos ha adelantado”
inmediatamente intentamos averiguar que
pasaba, así el mundo se enteraba de la muerte de una chica de 17 años llamada
Belén. Pero ¿Quién era Belén? Es una muy
buena pregunta, una joven como cualquier otra, que estaba en una fiesta, la
sexta hija de un matrimonio católico, que había dicho que quería donar sus
órganos. Luego del accidente
inmediatamente sus amigos hicieron una cadena de oración, la familia nos dio un
gran ejemplo de confianza en Dios: “Ella ya está en sus manos, a nosotros nos
queda esperar su voluntad” fue el mensaje, parafraseado, que dijo su hermano
Borja. Así falleció una joven, auxiliada
por el amor y la fe de una familia que esperaba en Dios.
Muchas veces a lo largo de la
vida podemos preguntarnos: ¿Será que Dios quiere que todo esto suceda? La
respuesta es más que obvia: NO. Me ha
sorprendido la respuesta que se ha tenido acerca de este caso, pero más aún me
ha sorprendido la reacción de la
familia, en esas dificultades se abandonan a Dios, como lo hiciera nuestra
Madre María. Y es que eso es la fe, una
confianza absoluta en Dios, que siempre quiere lo mejor para nosotros, una
certeza que, aunque no entendamos, Él nos ha prometido que está con nosotros.
En estos momentos de dificultad
que vivimos, la fe es nuestra respuesta, esa fe que nos motiva a ir siempre
adelante, porque nos sabemos acompañados por aquel que es Amor: DIOS.
Luis Alberto Guiguí
EPJ 140
Ne parece bastante atinado el artículo. Sólo que aquí volvemos al triste hecho de que muchas veces situaciones como esta son previsibles, pero la codicia del dinero cierra el ojo de los organizadores o en algunos casos de las autoridades encargadas; destaco el punto de la fe que en este caso se observa con la familia de Belén, pero en el día a día Dios nos manifiesta diversidad de ejemplos de fe de todo tipo, sol es cuestión que abramos mas nuestros oídos a Dios en el cotidiano.
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