Al oír el sonido de las hojas secas en mis pies. Cuando siento el sol que con sus rayos rozan
mi piel, o veo el verde intenso de la naturaleza, es cuando me detengo a
meditar…
Pienso en las situaciones que vive el mundo hoy. Tanto odio, tanta ira, tanta violencia, tanto
recelo. Que fácilmente ocultamos con
diplomacia, que ocultamos con hipocresía de nuestros corazones. En este mundo en que la guerra nos amenaza a
muerte, y que muchos ven como necesaria, en este mundo en que cada día mueren
más inocentes a causa de la injusticia, de la riqueza mal entendida y que
beneficia a tan pocos.

Es en este mundo donde se cataloga el valor de una persona
por el carro que utiliza, o la marca de ropa que lleva puesta, donde se comprar
la dignidad por lo que se usa.
Aquí en este mundo en el que se valora la explotación de
recursos minerales, aun a costa de la vida humana y de los recursos naturales,
que tanto nos hacen falta y sin los cuales no podríamos vivir.

Aquí donde los gobiernos destruyen, la jerarquía
eclesiástica (no todos, pero sí muchos) manipulan, donde el odio se percibe día
a día, donde la gente muere por hambre, por violencia, por guerras. Es
aquí donde te has querido encarnar.

Con tu Encarnación (escándalo para unos, esperanza para todos),
nos has dado un mensaje claro: No todo
está perdido.
Con tu Encarnación nos has dicho que confías en el ser
humano. Que este mundo puede, y debe,
ser como tú lo soñaste. Que el mañana
pinta a esperanza de vida y no desolación de muerte.
Te has querido quedar con nosotros, nacer como nosotros,
reír como nosotros, llorar como nosotros, porque nos amas tanto que has querido
experimentar lo que vivimos, sentimos y somos.
Has querido nacer de una mujer, para sentir lo que es decir:
“Te quiero mamá”, has querido crecer en su seno y formarte de sus entrañas,
como nosotros. Has nacido en una
familia, donde un hombre te enseñó a ser hombre y seguro creciste con niños de
tu edad, donde aprendiste a compartir.

Es allí cuando te encarnas, cuando te haces hombre, cuando te
quedas entre nosotros, cuando nos regalas la esperanza que otro mundo es
posible y que lo tenemos que construir.
La ventaja es que Tú
estás en medio de nosotros….
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